Tengo 51 años de teatrero, soy hijo de novelista y de pianista y padre de un músico y de un artista plástico. Estudié muy en serio, y sigo estudiando y enseñando teatro, en Artes Escénicas de la PUCP y en mi taller personal.
Escribo teatro lo más que puedo, soy buen amigo de mis buenos amigos, hago caminata por las mañanas, me encanta la conversación inteligente, hago bromas y escribo piezas sobre la muerte, trato de ser justo, me compro pleitos cual kamikaze, caiga quien caiga —y con frecuencia quien cae soy yo – y en este blog diré lo que pienso y todos harán lo mismo.
Fuií a ver la obra en su estreno, y literalmente quedé impactado por el guión y las actuaciones. La temática a mi parecer siguen siendo actual, quizá ya no tan controversial como antes y aún así funciona. Carlos Mesta, Lilly Urbina y Luis Alberto Gutierrez hacen una excelente labor, al igual que los juveniles Willy y Vera. No puedo dejar de decirle que siento que su reseña es un resumen de la obra, quizá sin tantos detalles del trama podría ser igual de objetivo! Muchos saludos y nos vemos obviamente en el teatro!
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Gracias por su bonito comentario! Efectivamente, las actuaciones de todos son buenas. ¿He hecho un resumen de la obra? Fue sin querer, y solamente porque no de otra forma podía yo comentar la obra, si lo comentable era precisamente su historia! No deje de escribirnos! AA
Estimado Alonso,
Me gustó la obra en su contenido y puesta en escena. Me pareció interesante y original la propuesta, un accidentado en coma que en paralelo está muy lúcido y que es el detonante para una catarsis familiar.
Discrepo en que se pueda considerar anticuada y se tenga que reescribir, por los 17 años de “antigüedad”. Aparte de que hay bastantes ejemplos de obras antiguas que siguen teniendo vigencia, no me gustan las obras que son “actualizadas”, sean o no clásicas. Así tendríamos a Cyrano de Bergerac hablando en prosa y otros malos ejemplos que no quisiera ni siquiera imaginarlos.
De otro lado, en mi humilde opinión, creo entender que la obra trata no de los grandes problemas de la sociedad, que si pueden verse ridículos si los sacamos de su tiempo, sino mas bien de los pequeños grandes dramas familiares, que si tienen vigencia. ¿A qué quinceañera, perder su virginidad, no es este un hito en su corta vida?. ¿A qué madre no le es traumático abortar?.¿A que gay no le cuesta actualmente aceptar su homosexualidad?. Todos estos “pequeños” dramas son efectivamente, en la sociedad actual, casi el pan de cada día y ya nadie se ruboriza, porque en los noticieros y en las películas tiene que verse sangre, violencia, travestismo y matanzas con ametralladora para que podamos asombrarnos.
De alguna manera esta obra rescata al individuo o a la familia común y corriente, de este auge de todo lo social, sino mire como las famosas redes sociales todo lo banaliza.
De las actuaciones todas me parecieron excelentes. Solo la madre del accidentado decayó en su monologo, pero me parece que fue por su voz un poco apagada o el volumen alto de los efectos de video y sonido.
Saludos,
R. Rey
P.D. Fue un gusto saludarlo personalmente en el estreno de la obra.
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Pero una cosa es un clásico de verdad antiguo como Cyrano, estrenado a finalitos del Siglo XIX, y otra es una obra estrenada hace 17 años. No son comparables! Gracias por su comentario! AA
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