Tengo 51 años de teatrero, soy hijo de novelista y de pianista y padre de un músico y de un artista plástico. Estudié muy en serio, y sigo estudiando y enseñando teatro, en Artes Escénicas de la PUCP y en mi taller personal.
Escribo teatro lo más que puedo, soy buen amigo de mis buenos amigos, hago caminata por las mañanas, me encanta la conversación inteligente, hago bromas y escribo piezas sobre la muerte, trato de ser justo, me compro pleitos cual kamikaze, caiga quien caiga —y con frecuencia quien cae soy yo – y en este blog diré lo que pienso y todos harán lo mismo.
Me dejo una sensación parecida pero, como comentabamos con un amigo después, me gustaría ver el libreto original. ¿No será acaso decisiones / errores en el montaje y no en la dramaturgia? El autor estuvo sentado muy cerca mío y no se le veía muy complacido con lo que miraba ...
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Es demasiada la falta de consecuencia de la obra como para adjudicársela sólo a la dirección: también está, y principalmente, en el texto. La falla fundamental es la pacatería de la obra, no sólo del montaje: ese no atreverse a usar el lenguaje adecuado, esa falta de balance en la presentación de las denuncias --los dos puntos de vista deben estar presentes siempre, o la obra se convierte en un simple panfleto. Por otro lado, autor y director son muy amigos desde antaño, el director ha montado obras anteriores del autor y me extrañaría mucho que no se hubieran entendido bien durante el montaje. Gracias por su comentario y no deje de leernos y de escribirnos! AA
Me parece que es una obra con mucho higado y poco cerebro.
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Eso es cierto. Y lo malo es que, para que el contenido del hígado impacte al enemigo, hace falta que la obra tenga sesos y huevos. Gracias por su comentario, no deje de escribirnos! AA
Parece que faltó un Moliere, o el espíritu de la Antigua Comedia Griega, donde se decían de todo (con nombres directamente). En suma, algo del desparpajo de Aristófanes que no dudó en poner al buen Sócrates por las nubes.
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: así es, efectivamente, y los griegos aludidos estaban dentro del público y el público se reía de ellos --y no nos creamos el cuento de que la antigua Grecia era una democracia total, recordemos lo que le convidaron a este mismo Sócrates por corromper a la juventud con sus enseñanzas!
Bueno, en todo caso Aristófanes hacía comedia, y la comedia es el vehículo más seguro. Ese mismo público ni menos aún los aludidos hubieran tolerado una obra en la que se los atacara en serio --hubiera sido una 'tragedia de actualidad', si la hubiera habido-- con personajes reales usando nombres y apellidos. Impensable, no solamente por las convenciones teatrales de la época, sino porque todos hubieran seguido los aciagos pasos de Sócrates.
Como casi mencioné en mi comentario, es muy fácil --y políticamente muy seguro en términos de censura-- presentar un cura pederasta muy en joda, muy caricaturesco y muy estereotipado, como ese que el mismo Adrianzén presentó en su obra RESPIRA.
¿El muy pequeñito Victor Prada como cura pederasta en RESPIRA? Esta caracterización no asusta ni escandaliza a nadie más que a la directora del BRITÁNICO, ¡que es miembro del Opus Dei!
Lo peligroso de verdad, lo arriesgado de verdad sería escribir y presentar un muy serio cura pederasta en una obra seria, en un drama. Purito fuego resultaría aquello.
Saludos y no deje de escribirnos, por favor! AA
No estoy del todo de acuerdo, Alonso. Es más, me parece que las palabras que usas son muy duras para el trabajo del prójimo. Quizás pueda concordar en algunos puntos, en otros no, pero lo cierto es que Libertinos me emocionó un poco más que a ti. Me gustó particularmente el final.
No se si sea necesario usar la palabra "cacharse" para escandalizar, ni que el gran problema sea que usó la palabrita tal o cual y que no era tan dura como la otra. Al contrario, me gustó el monólogo del Burdel de las Musas de Libertinos, más aún que un monólogo de Respira, en que uno de los personajes gritaba incesantemente "país de mierda" y ya resultaba efectista.
Pero lo que más me desconcierta, Alonso, es una crítica tan demoledora. OK, hay que decir las cosas sin reparos absurdos, como defiendes, y ahí estoy de acuerdo. Pero la necesidad de desarmar, casi destruir el trabajo de alguien más, me cuestiona. Hacer teatro en nuestro país es un esfuerzo enorme, encontrar respaldo de instituciones es verdaderamente difícil, trabajar en otra cosa que te permita vivir mientras haces teatro roza ya lo trágico. Darse el trabajo de hacer un montaje teatral es ya un hecho digno de ser aplaudido, sobre todo cuando la obra no pertenece al teatro "mainstream", que cuenta con patrocinios y sí, puede generar ingresos (al cual obviamente no desmerezco, valga la aclaración). Me parece que hay puntos bastante interesantes en Libertinos, y así no te gustara, me parece que usar un medio público para desbaratar el trabajo ajeno es también criticado en la obra, y hacerlo me parece un poco injusto.
Me refiero al lenguaje de la crítica, más que al contenido, porque la discrepancia me parece extraordinaria. Así que discrepo con la actitud, que felizmente el Internet me permite decirlo también. Saludos.
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Hola Sebastián, gusto de tenerte de vuelta. Sí, mi comentario se siente indignado, pero es que me resultó indignante que para denunciar la pacatería la obra fuera pacata, y que no se atreviera a arriesgarlo todo si lo que defiende y aplaude es arriesgarlo todo. Creo que para hablar de la valentía, una obra tiene que ser valiente. Y lo demás son vainas.
El teatro peruano se ha forjado con la crítica dura, Sebastián. Estamos tan bien como estamos en parte por la crítica dura, que mete un poco de miedo y hace que todo el mundo se esfuerce un poco más. Pregúntale a cualquier teatrero de más de 60 años cómo eran las críticas de José Miguel Oviedo, aquel que recomendaba a ciertos actores repensar su vida y dedicarse a la agricultura. Háblalo con Sara Joffré, ella te dirá un par de cosas sobre el bien que hizo ese tipo de crítica, ante la cual lo que yo pueda poner es piropo.
Quienes nos metemos a comentar públicamente el trabajo de los colegas --no es poco riesgo para un colega-- no podemos en conciencia asumir una actitud de 'teatrero-no-come-teatrero'. Tenemos que decir la verdad de lo que sentimos y pensamos como espectadores. Con mucha frecuencia expresamos lo que están pensando los colegas pero no se atreven a decir en público. ¿Te has fijado que son poquísimos los comentarios de colegas teatreros que aparecen en este blog? Pero muchísimos leen lo que aquí se escribe.
Sebastián, querido amigo, tengo el DOBLE de años de ejercicio teatral que los años que tú tienes de EDAD, por el amor de Dios. ¿No te parece un poquito impropio recordarme el trabajo que cuesta hacer teatro? Sin ánimo de joder, Sebastián, te recomiendo lo siguiente: emparéjate, ten hijos, comienza a tener que pagar colegios y ASÍ Y TODO Y CON TODO insiste en hacer teatro hasta los 72 años. Eso sí que merece respeto, pero solamente respeto personal y profesional. Si la cagas sobre el escenario, te caerá de todo, a la edad que sea. Como debe ser.
No dejes de leernos ni menos de escribirnos! Abrazo de A
Particularmente, me pareció una obra bien escrita, que transcurre siguiendo unos tiempos perfectos para cada escena. Sin embargo, durante el casting creo que está bien darle la oportunidad a las nuevas generaciones de actores pero siempre y cuando estén preparados. Con la excepción de Camila McLennan, el elenco más que dejar fluir las conversaciones, daba la impresión que estaba recitando un texto aprendido de memoria, unos más que otros, es cierto, pero en conjunto, las actuaciones pudieron ser mejores y estar a la altura del buen texto de Adrianzén. La palabra FOLLAR yo la hubiera cambiado a nuestro lenguaje coloquial pero ésta se usa en España y no en Perú. Por lo demás, pasé un rato interesante.
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Efectivamente, el elenco no fue óptimo, salvo excepciones. Y me alegra que usted haya pasado un rato interesante --quizás yo me tomo las obras más a pecho, analizo más y, por ello mismo, sufro más. Pero no deje de ir al teatro y de escribirnos siempre! AA
Me parece demasiado pretencioso que se obligue a los actores a decir que "cualquier parecido con la realidad no es coincidencia". ¿No podemos darnos cuenta solos? ¿Larcomar? ¿Ripley? ¿Los "subtes" parecidos a los libertinos? Como alguien que suele estar de acuerdo con muchas de las opiniones de Adrianzen y que ha disfrutado mucho algunas de sus obras, luego de "Libertinos" se hace mas dificil defenderlo. Pobres actores, pero al menos queda claro que el aplauso es exclusivamente para ellos.
ALONSO ALEGRÍA COMENTA: Yo soy hincha de Adrianzén en sus obras de tema personal, como EL DÍA DE LA LUNA, una bella pieza que ha tenido difusión internacional. Mi problema aparece cuando Eduardo se mete a 'trascender' usando un tema o un personaje o una situación 'trascendente'. Es entonces que le entran las inseguridades artísticas e ideológicas y se pone explícito y machacón emitiendo opiniones que jamás van contra la corriente de lo que piensan sus pares y que no lo hacen correr verdadero riesgo personal ante el poder. ¿Denunciar la censura sufrida? ¿Cuál censura? ¿La de unas tetas y un tire en una telenovela? Vamos, vamos...
Aunque quizás yo sea tan radical porque crecí en un ambiente político en el que por tus ideas ibas preso a una cárcel de verdad (mi padre estuvo preso tres años y luego fue exiliado), y viví de cerca otro proceso histórico en el que mucha gente fue muerta por sus ideas (lo de Chile del 73, cuando Eduardo estaba por cumplir diez añitos) y nos pusimos a refugiar chilenos, y también tuve amigos y parientes exiliados por el gobierno militar 68-80. Pero en fin, cada quien hace lo que puede o le sale del forro. Gracias por su comentario y hasta pronto! AA
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