
Sobreviviendo al underground

Textos: Franco Boggiano de las Casas
Fotos: No Mercy Producciones *
Sábado 9, dos de la madrugada y pico en el Salón Imperial de
la hedionda Cailloma. Arsenal canta "No hay futuro" y el título del tema no
puede ser más preciso para lo que se vive en la escena metal local. Es el
concierto de presentación del álbum debut de la banda Hostil y no hay más de 80
personas (incluyendo los músicos de las bandas del cartel, los invitados y los
pagantes (¿?)).
Es la crónica repetida de casi todos los conciertos locales
(salvo muy honrosas excepciones) y por eso no quiero ser reiterativamente
pesimista (realista diría yo) y crítico hasta el hartazgo, pero ¿dónde mierda
están los metaleros?
Está claro que son una horda underground y NUNCA serán
masivos -ni lo quieren ser en muchos casos-. Está claro también que han sufrido
los cambios generacionales naturales (músicos,
zines y sellos), pero que a nivel de público parecen extinguirse cada año que
pasa, o en su defecto, las nuevas generaciones parecen estar solo interesadas
en las propuestas foráneas y le son indiferentes los grupos locales.
Miremos hacia adentro entonces. ¿Hay ofertas interesantes
que merezcan mayor atención en la escena local? Yo creo que sí y hay para todos
los gustos. Desde los históricos M.A.S.A.C.R.E, Mortem, Hadez, Kranium, Sepulcro,
Necropsya, pasando por la segunda generación (llámese 90s) Anal Vomit, Estigma,
Arsenal, Psicorragia, Disinter, Mudra, hasta llegar a bandas del nuevo milenio
como Reino Ermitaño, Chaska, Cobra, Nautiluz, Contracara, Fallen Symmetry,
Mandrágora, Metal Crucifier, por citar algunas.
El cartel del sábado era bastante variado y las atracciones
centrales -por decirlo de algún modo- eran Estigma, que viene promocionando su
excelente disco Revenge, y la reaparición de Arsenal con nuevo disco bajo el
brazo, El Precio de la Libertad. Es decir, no era poca cosa.
En cuanto al sonido, fue bueno y se dejaron entender todas
las propuestas, unas más pro que otras. ¿Cuál es el problema, entonces, para
tan baja asistencia? 10 soles por 11 bandas, un precio más que accesible.
Algunas respuestas: faltan marketearse mejor -dentro del
under claro está-, falta mayor difusión y exposición (sobre todo en los medios
masivos), pero también veo mucha desidia y apatía por parte del público. ¿El
Salón Imperial ahuyenta a un sector de bangers?
El concierto

Cuando ingresé al concierto empezaba a tocar TENEBRIA. De ellos tenía grabado en la
memoria cuando compartimos escenario en Villa El Salvador con M.A.S.A.C.R.E a
finales de los 90s. Yo fungía de vocalista de Agresión Extrema y ellos tenían
su casete el Umbral al Infinito (1998). De esa época, solo quedan en la
alineación actual el guitarrista Martín Jiménez y el vocalista Oscar Fuertes.
Su propuesta se ha radicalizado pero siempre manteniéndose
en ese espíritu oscuro y tratando de imprimirle esa cuota de originalidad,
sobre todo por el estilo de su cantante. Continúan promocionado su álbum Hierática
Tenebrarum (2016) que ha recibido buenas críticas. Se presentaron frente a 30
personas, un pena.

Luego le tocó el turno a BLACK HEAVEN, que coincidió con el ingreso de un poco más de gente
(entre 60 a 80 personas). Thrash pilero, melódico, parejo. Tocaron temas de su
primer disco Blast the Mankind (2014) y la Balada de Sangre que se remonta a
sus inicios.

Después subió al escenario CONTRACARA, banda que acaba de realizar una gira por el interior
del país. Su puesta en escena más pro que sus antecesoras, desempeñándose bien
sobre la tarima (actitud e interpretación) además de un mejor sonido. Se nota
cuando una banda cree en lo que hace y sale al escenario a demostrarlo.
Tocaron temas de su primera producción ENDM (2016) como
Maniático, En Nombre del Mal, Más que ellos y canciones que vendrán en su
segundo álbum como Sangre de Serpiente y Manipulados.
Todos muy buenos ejecutantes (sobre todo las guitarras y
batería) que la viven sobre el escenario, destacando Teddy en la batería (muy
preciso y contundente) y la vocalista Sara Monzón -con un look a la frontwoman
de Arch Enemy-, aunque debería controlar un poco su voz ya que a veces grita
más de lo necesario.

Siguió ESTIGMA
que arrancaron demoledores con Point de su disco Revenge. Acto seguido tocaron
dos temas antiguos empalmados Hatred Land (con dedicatoria a esos jóvenes que
no vivieron la época del terrorismo y que tienen una idea errónea del asunto) y
Sordid Tale que me transportaron a los 90s, a conciertos en la Concha Acústica
de San Miguel, en el Más allá de Barranco, en fin...no quiero ponerme
nostálgico. Otros temas que tocaron fueron Vil ser Humano y terminaron con
Revenge.
Pese a no contar con Paul Pinto en la batería -se está
recuperando de una lesión- Estigma sonó contundente y arrollador, provocando
uno de los pocos pogos de la noche. A ello hay que sumarle, que de un tiempo
acá, Gustavo García Godos ha cambiado su forma de vociferar a un tono más
agudo, amalgamándose mejor con la música. Sin duda, Estigma fue lo mejor de la
velada que pude apreciar junto a Contracara.
Luego subió HOSTIL
para presentar su álbum debut Infernal Rites que -por problemas con la fábrica
de CDs- recién estará listo para la venta desde esta semana.
Tuvieron una performance mucho más suelta que la vez pasada
y movieron en algo a la poca gente que había. Tocaron temas como Trial, Never
mind, never more, Hell, Muder y Alone, este último con letra de mi autoría.
Posteriormente tocó ARSENAL,
que reapareció en los escenarios
para presentar su segundo álbum El Precio de la Libertad. Tocaron temas como Entre
el Bien y el Mal, Cabeza de León, Redención y canciones del primer disco como
No hay Futuro.
Tuvieron una buena presentación e intentaron encender al
poco público que había. La frase de Rafael Contreras (voz/guitarra), Perú al
mundial, Keiko y Alan al penal, arrancó algunos aplausos y risas a los bangers.
Siendo más de las dos
de la mañana, y cuando tocaba la banda black metal TWO FACE SINNER, opté por irme del concierto, con la satisfacción
de haberme reencontrado con los amigos de siempre y de ver buenas bandas, pero
también con el sinsabor de la paupérrima asistencia que no hace más que echar
por los suelos el esfuerzo de las bandas por presentar un buen show y sacar
cada vez mejores producciones.
Lo único reprochable para todos los grupos que vi, es que no
pueden hacer la prueba de sonido frente al público. Una falta de respeto no
solo para los bangers sino para ellos mismos.
* Fotos de No Mercy Producciones
La foto de Tenebria y Black Heaven (Franco Boggiano)
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