Mucho se ha dicho sobre la nueva norma aprobada en el Congreso, que reduce el nivel de alcohol 0.5 a 0.25 gramos por litro de sangre para los conductores de carga o de unidades de transporte público. Hemos escuchado la oposición de varias personas que tratan de emitir fundamentos que, a veces, se salen de toda lógica. ¿Y usted? ¿Está de acuerdo con esta medida? ¿Y qué le parece la posibilidad de que los choferes ebrios vayan a prisión?
Un vaso... ¿es el límite?
(@cmartinezazanza en el Twitter)
Aún recuerdo mis inicios en el periodismo. Fue, más o menos, en 1998. Era redactor de policiales y me encargaba de cubrir emergencias en la madrugada. ¿Saben ustedes cuáles eran los incidentes más comunes? Los accidentes de tránsito ocasionados por choferes ebrios. En la Costa Verde y en las avenidas La Marina, Faucett, Aviación, Tomás Marsano y en la carretera Panamericana (Norte y Sur), entre otros, era muy común ver este tipo de situaciones.
Fue testigo de miles de lesiones, contusiones, mutilaciones y muertes ocasionadas por irresponsables choferes que, 'inspirados por el alcohol', subieron a sus vehículos, pisaron el acelerador y se convirtieron en protagonistas de tragedias. De estas no se salvaban ni vehículos particulares ni unidades de transporte público.
Vi, también, como algunas madres, esposas, hijos y amigos lloraban, inconsolables, la partida de un ser querido. Aún me ha quedado grabado en la mente como una mujer abrazó el cuerpo ensangrentado de su hijo, le acarició la cabeza, lo besó y no lo soltó hasta que la Policía, casi a la fuerza, tuvo que apartarla del cadáver por orden del fiscal.
Por eso, no me parece descabellado la reducción del nivel de alcohol en la sangre. Es más, creo que esta tolerancia debe ser reducida a cero, tal como lo ha propuesto a lo largo de la semana el ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo. No sé cómo un chofer puede actuar de manera tan criminal y conducir. Menos alguien que tiene la responsabilidad de llevar, en su vehículo, a decenas de pasajeros o carga.
Hace poco -el 1 de noviembre, pasa ser más exactos- un taxista ebrio atropelló a tres personas en Barranco. Dos de ellos eran bomberos que atendían a una anciana con problemas cardíacos. El irresponsable chofer -Jorge Solís Medina (26)- no respetó las luces de emergencia de la ambulancia. Tenía 0.94 gramos de alcohol por litro de sangre.
Ahora, dicen, que un vaso de licor o una cerveza chica es el límite. ¿Límite para qué? ¿Para perder los reflejos? Creo, amigo lector, que si usted tiene plena conciencia de que alguna sustancia expone la vida de su familia o la suya, no lo tomaría. ¿Por qué, entonces, arriesgarse a tomar y manejar? No pretendo que esté de acuerdo conmigo. Pero si este post sirve para que medite sobre este tema, ya habré conseguido bastante. ¡Piense!
¿Y usted? ¿Cree que se debe reducir a cero el consumo de alcohol para todos los choferes? ¿Está de acuerdo con la norma aprobada en el Congreso?
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