Washed out, ¿blogrock?

Comienzan los recuentos del año 2011 y, entre algunos, destaca el debut de Washed Out. Su mérito ha sido hacer que la música de dormitorio, aquella que sale de una laptop y un teclado, sea además de gris y sentida, melódica y comercial. Su propuesta trascendió la red y ya hay los que anuncian un nuevo género al que no deciden si llamarlo chillwave, glo-fi e incluso blogrock. ¡Atentos!

Ernest Greene ha logrado concretar su sueño, aquel con el que se acostaba y levantaba y el mismo que lo acompañaba todo el día en su cama mientras que sus dedos intercambiaban laptop y teclado. Había decidido irse a vivir con sus padres, en una gran casona de Georgia, buscando dos cosas. La primera, era ahorrar algo de dinero para poder casarse; la segunda, seguir haciendo música pero ahora en serio. Su día consistía en acostarse a las tres o cuatro de la madrugada cuando su cabeza y ojos no podían más contra la pantalla de su MacBook Pro, se levantaba a las once, buscaba algo de comer y nuevamente revisaba las pistas que había grabado el día anterior. Cada cierto tiempo revisaba su blog (ahora cerrado con una puerta de madera), a veces posteaba un texto, otras veces subía alguna pista. De esta manera se hizo "conocido" entre un grupito de gente que buscaba desesperadamente algo nuevo que escuchar. Fue entre ellos que aquellas pistas cobraron sentido.

A fines del 2009, cuando críticos y revistas hacían su recuento de lo mejor del año "Life of Leisure", el segundo EP de Washed Out, logró entrar con las justas en las listas. Más que un disco se trataba para la mayoría de un nuevo sonido. Para otros, más que un nuevo sonido se trataba de "Feel it all around", la canción perfecta con la que todo músico de cuarto sueña. La canción era la síntesis ideal, la colisión entre pasado y presente, la nostalgia trasnochada de un domingo por la tarde, la mejor manera de describir aquello en lo que consiste una vida de ocio (en buena cuenta el sueño de todos). 

La portada del EP, una foto en clave sepia, muestra a su novia sumergida en un mar tranquilo. Aquella imagen era una buena descripción de aquel sonido. En su versión más amateur, Greene presentaba los resultados de aquella búsqueda maniática que tenía de perfeccionamiento tecnológico pero también de nostalgia por el tipo de vida del pasado. Su rebelión consistía precisamente en eso, en entregarse a sus pasiones en un mundo repleto de responsabilidades.

Hace poco menos de dos meses editó Within and Without, su primer disco con una portada que tiene mucho de ocio, pasiones y amor, y que seguramente será lugar común en lo mejor del 2011. Esta vez con el sello Sub Pop Records y con Ben Allen (Deerhunter y Animal Collective) como productor. Su sonido se ha profesionalizado y para muchos ha perdido aquel sello amateur que lo hacía más "cool". Para mí, más bien es una excelente noticia para estos días lluviosos, su música funciona tanto para la cama como para la pista de baile. Ni con Postal Service ni con Moby me he sentido tan cómodo estos días de invierno. Por su parte, Ernest ha declarado que por fin puede dedicarse a su boda, quiere una gran banda tipo Motown para celebrar su éxito pero sobre todo para celebrar aquellas pequeñas-grandes alegrías de la vida. Bien por él.